Desde hace una semana he quitado la orilla de mar con sus playas y comodidades para la comarca sencilla del interior. Soy muy contento: esto es mi España que prefiere: valles y montañas (y si digo montañas ellos lo son! Caro 1442 m, Muela 1780 m.
De una manera me alegro del paysaje salvaje donde puedo observar huellas de una explotación agrícola histórica, del otro lado me hace triste porque hay tantos cortijos, masitas, fuentes, muros y caminos abandonados, publos que sobreviven a duras penas con una población de jubilados reducida a 10 %.
Pero estas parajes estan de una belleza indescriptible a cortarme el soplo: alturas con pinos, encinas y otros arbustos, viejos caminos pecunarias a descubrir, formaciones geologicos como en el Grand Canyon y en el Brice Canyon.
La tarde, poner mi tienda al lado de un fuente buscado largo tiempo, sobre la roca de un altiplano y, el dia venido, bajar en la valle, al pueblecito, tomar un café con leche y una tostada con tomate en el unico bar, hacer mis compras, charlar con los mayores y subir a la montaña para progresar me gusta mucho. Vida sencilla, vida verdadera. Mi corazon canta como cantan los nombres de los pueblos: Peñarroya de Tastavin, Zoríta del Maestrazgo, Cañadas de Benatanduz, Olocau del Rey, Allepuz y de los montañas: Muela de Monchén, Lomo de Ventadora, Roca cortada, Hostal Rubio, Cueva de las Brujas.
Escuchar el canto del viente en los pinos, tomar una ducha al abrevadero con como solo testigos las vacas, cenar en el momento de la puesta del sol.
Es para todo esto que he emprendido mi viaje.
Quanta nostalgia me da tu comentario!
RépondreSupprimerQue aprovechas de muchos momentos asi!