Pequenio islote al norte de Lanzarote. Casi sin vegetación, arena, piedras volcanicas, un pueblo donde el tiempo esta parado.
La vida todavía se pasa tranquila, los pescadores salen al mar temprano, los turistas toman el café en las terrazas, las gaviotas gritan volando sobre el puerto.
Las calles no son asfaltadas pero cubiertas de arena. Todos van a pie.
La isla se descubre caminando o en bici.
En los restaurantes el pescado, servido con mojo rojo y verde, esta fresco.
¡Si el paraiso existe esta aqui!
Aucun commentaire:
Enregistrer un commentaire