jeudi 20 octobre 2011

19.10.11 Chorreones - mi nido de pàjaro

Una docena de casas al fin del camino. 300 metros sobre el rio Segura. Debajo un olivar, más arriba, la montaña con un bosque de pinos y encinas, aulagas, enebros y romeros impenetrable. Una pared de rocas rojos todo arriba.
Llego al pueblo, a la fuente. Sale agua limpia, fresca. Un lujo! Son las cinco de la tarde. Viene una abuela, no dice nada. Viene un jovencito de 50 años (hi, hi, hi...): aqui la carretera se acabe, no puedes ir más lejos. Si, si, hay un camino marcado sobre mi mapa que sube detrás del pueblo y passa la pared de rocas. No, no, hay caminos de cazadores por allí, por allá; pero ninguno escala la montaña. Si, si, yo conosco, no es la primera vez que subo. Qué...!
Loco estranjero, por fin que hace que quiera!
Me voy, luchando contra las espinas. El camino, es verdad, ha desaparecido hace ya mucho tiempo.
Derrumbes de rocas, un incendio forestal con repoblación han modificado el terreno.
Despues una hora llego a mi llano, a medio altura. 200 metros bajo mis pies el pueblo, mas arriba la pared de rocas.
Pongo mi tienda en el prado natural. Mi mirada va sobre la valle y el Calar del Rio Mundo a lo lejos. El sol rojo ilumina la escena.
Es el campamiento el más increible de mi viaje!
Mañana subiré por la parte del viejo camino siempre existente entre las rocas a la dehesa. Muy bien construido, el ha sobrevivido al tiempo, pero la gente del pueblo lo han olvidado.


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